jueves, 6 de mayo de 2010

Reflexión

La cabeza fría
La mirada cruel
Yo no soy aquel
Que te antes te temía.

La vieja ciudad
No sonríe más
Terminó la paz
No hay felicidad.

Vuelvo a derrotar
Las penas ajenas
Nunca serán buenas
Para disfrutar.

Tanto tiempo ha pasado
Otra vez me he equivocado
Pero hoy el destino me ha perdonado

Yo no espero nada sólo veo cada día de esta vida mia como pasa impune y no me lastima con aquella sombra que una vez dejaste para atormentarme y hoy es otra vez amiga...

viernes, 16 de abril de 2010

Elevación

Recuerdo haber estado aquí
O simplemente nunca me fui
Mis lágrimas ya son de adorno
Intentando apagar el fuego de mi alma
Nunca fui tan seguro de mi mismo
Ahora siento que no siento nada.
Ya es tarde
O no es el momento
Trato de entender que la vida tiene jugarretas
Entiendo ahora el gris de tus ojos
Ahora siento que la ausencia ya es costumbre
Miro al suelo y ya no veo
O talvez no quiero ver.
Segundos pasaron
Ayer murió mi luna
Nubes velan en su lecho
Tristes como mi mirada
Inspirada en tu mirada
Asesina de mis suspiros
Gasto mi esperanza en vano
O talvez es que te amo.

miércoles, 7 de abril de 2010

La Leyenda de Sol y Luna



En el principio no existía la tierra. Existía Dios, el Sol y la Luna.
La Luna y el Sol se amaban profundamente y nada los separaba.
Un día Dios decidió crear la Tierra. Entonces le encargó al Sol que la iluminara a este nuevo lugar. Y a la Luna le encargó que custodiara a la Tierra cuando el Sol se fuera a descansar.
Ambos amantes se vieron separados, el Sol fuerte podia disimular su pena, pero la Luna no podia ocultar su tristeza.
Dios para intentar que la Luna no sufriera tanto dejo que mientras el Sol descansaba su luz se reflejara en ella.
Aún así la Luna seguia llorando. Y lloró tanto que con sus lágrimas se formaron los mares y ríos.
Entonces a pedido de Sol, Dios creo a los animales para que Luna pudiera cuidarlos y distraerse. Pero todos los animales preferían a Sol por su brillo y calor y los pocos animales que preferían la Luna eran malos.
Entonces Dios a pedido de Sol creo las flores para que Luna pudiera encantarse en su belleza y así distraerse. Pero las flores preferían a Sol por su brillo y calor, y las pocas que abrían por la noche no tenian perfume ni colores.
Entonces Sol le pidió a Dios que creara a los hombre. Pero el hombre prefería a Sol por su brillo y calor. Y los pocos que preferían a Luna lo hacían para hacer el mal.
Dios creo por pedido de Sol a los amantes para que agradecieran y se amaran por el encanto de Luna y que esto pudiera hacerla feliz pero sólo lograron que extrañara más a su amor.
Luego Dios creo a pedido de Sol creo a los poetas para que le escribieran y le dedicaran poemas y canciones y así olvidar su amor pero ninguno sentia tanto como su amado Sol.
Todo esto fue entristeciendo más y más a Luna. Sol desconsolado se arrancó sus rayos y se los dio a Dios para que los machacara y los esparciera por el cielo. Así creo las Estrellas y les dio vida para que acompañarán a Luna.
Pero Luna cada vez se ponía más y más triste. Entonces empezaba a esconderse en el Cielo y de a poco se perdía. Entonces las Estrellas la iban a buscar y la engañaban diciéndole que Sol la buscaba y ella de a poco iba apareciendo. Cuando aparecía estaba Llena de esperanzas. Estas iban Menguando hasta volver a una Nueva tristeza, luego iban las Estrellas y le iban Creciendo la esperanza.
Entonces Dios cansado de tanto y arrepentido por haber separado a los amantes les permitió que una vez por año Luna visitara a Sol. En ese breve instante ambos se expresan todo su amor y este amor es tan fuerte que puede cegar al que lo mira.

domingo, 5 de abril de 2009

Tiempo después






Palabras


Necesito saber
cuantas veces
me hiciste soñar
otra vez.

Quisiera saber
cuanto tiempo
hace que haces esto
tan bien.

Ya lo se,
entre tanto y tanto
esto que me hiciste
me empezó a gustar.

Dime la verdad,
esto te gusta,
lo noto en el color
de tus ojos.

Dime esas palabras
y entonces no me iré
dime dos palabras
y acércate.





La culpa

¿Serán las noches
las únicas culpables
de esta sensación
que hace mucho tengo?
¿Serán los días que
me quitan la fuerza
para seguir esperando
un poco más?

Talvez es culpa
de esta espera
que hace tiempo
vengo sufriendo.

¿O serán las espinas
que por el camino
voy levantando aunque
me han de lastimar?
¿O son las calles
que aun no conozco?
¿O las historias
que nadie me contará?

Talvez es culpa
de tanta espera
que hace tanto
vengo aguantando.

Perdiendo excusas
por no saber usarlas
muriendo en sueños
de que jamás despertaré,
mirando todo pasar
sin remedio ni esperanza
tratando de explicar
de quien es la culpa.

Talvez es culpa
de esperar tanto
como hace tiempo
vengo haciendo.

Talvez es tu culpa
porque te espero
hace tanto tiempo
y voy a seguir así.





Arriba en el infierno

Estrellas vacías
de cosas perdidas
de palabras frías
de muecas torcidas.
Penosa intención
robarse el calor
sentir la presión
ganarse un amor.

Sendero marcado
de tanta locura
mi miedo a un lado
serena tortura.
Se acerca la muerte
fuerte mi grito
te deseo suerte
ahora te necesito.

Pura decadencia
noches de luna
amiga demencia
canciones de cuna.
Ritmo infernal
una nueva manía
se acerca el final
suena la agonía.

Sueño constante
largo recorrido
ultimo instante
tan poco vivido.
Solo otra herida
otra felicidad
otra bala perdida
una y otra maldad





Tiempo después

Cuando tiempo ha pasado
y yo que aún sigo esperando
aunque todavía no se que.

La vida que pasa por mis ojos
no vale la pena seguirla
por eso sigo en la oscuridad.

Ya no corren lágrimas
ya no es necesario
mi alma no necesita más.

El cielo se ilumina
pero la luz lastima mis ojos
seguiré perdido en tus canciones.

Recibiendo el mensaje
que dejó el destino en mi camino
veo como todo toma su lugar.

El cielo se llena de luces
y mis ojos acostumbrados
te vuelven a extrañar.

Tiempo después recordaré
porque me equivoqué
mientras sigo esperando.





Estrellas

Estrellas azules
tus ojos reflejados
en alguna parte
de este inmenso
firmamento
que te regalo
para encontrarnos
en algún mundo nuevo.

Estrellas lejanas
las almas relegadas
a lugares nuevos
que quedan fuera
de nuestro alcance
pero te regalo
una nueva luna
para perdernos ahí.

Estrellas viejas
como los secretos
para la eternidad
del amor verdadero
que se guardan
en la sombra
de algún planeta
para no perderlos.

Estrellas apagadas
como muchas vidas
y más amores
que se fueron a vivir
donde están solos
sin que nada
-y yo no miento-
los encuentre.

Estrellas fugaces
como nuestros días
viviremos eternamente
en la sombra
de alguna estrella
que generosa
nos abrigue por siempre.





Silencio

Un pequeño sonido
desde mi interior
anuncia el tiempo
que voy a resistir.

Contigo nada más
escucho el silencio
un momento de ti
eterna la calma.

La espera anunciada
queda tu aliento
miro el largo camino
y sigo tranquilo.

Si el viento me mata
que lleve mi alma
hasta donde duermes
derrumbando el dolor.

Golpeando en mi cara
corriendo el sudor
mirando tus ojos
así me muero mejor.





Sin hablar

Un nuevo recuerdo
duerme en mi mente
callado, escondido
con miedo de verse
entre las sombras
el fuego prendido
dibuja en penumbras
su silueta opaca
callada, escondida
huyendo de la luz
llorando y rondando
nunca se alejara
extraños sonidos
solloza perdido
en la inmensidad
todo es negro
milagroso, celoso
amargo y morboso
sin piedad
me ataca
me hiere
me mata
y se esconde.





Esquinas

Te encuentro otra vez
esperando el anochecer
entre las penumbras
de algún farol oxidado.

Viendo a la luz correr
las sombras se acuestan
y duermen a nuestros pies
esperando una oportunidad.

Las estrellas que se van
las luces que se mueren
no saben donde terminaran
solo van, sin protestar.

Encerrados en un cristal
cada uno a su lugar
busquemos en las esquinas
tal vez te podré encontrar.

Luciérnagas entre los dos
escribe tu mensaje ya
me quiero hundir una vez más
en la cruel oscuridad.





Muñeca

Vestida de seda
marchita por dentro
masticando almas
como siempre hace
mueve mi mundo
destroza mis planes
me mata por dentro
y vuelve a callar.

Sus ojos de vidrio
me cortan la piel
desnudan mis faltas
castigan mi mente
me empujan tan fuerte
me ciegan de pronto
quitándome el aire
y vuelve a dormir.

Su piel de plástico
lastima mis ojos
marca mi dolor
me abre heridas
me gana por fuera
me doma la mente
controla el destino
y vuelve a esperar.

La miro con furia
le doy contra el piso
le escupo la cara
le hago sufrir
desgarro su ropa
me ensaño en su cuerpo
la dejo tirada
y vuelve a matar.





Mi cara por el suelo

No puedo creer
como puede ser tan cruel
cansada de jugar
dejó de responder.

Sus ojos de hiel
me dolieron tanto
dos puñaladas y quedé
con mi cara por el suelo.

Tal vez sea así
por mas que me cueste
tendré que aprender
a vivir su maldad.

No me hablará más
ya no quiere saber de mí
se relame en su cuarto
saboreando cada lamento.

Tan rápido como al principio
tu palabra fue un adiós
lastimosamente para mi alma
mi tiempo se acabó.

Por ahora me iré a dormir
revolcándome en tu mentira
pero te juro que otra vez
por mi mismo me levantaré.





Lo nuestro

Sentado en un rincón,
esperando un lugar
para entrar en tu vida
y no dejarte en paz.

Tal vez el amor no exista
pero yo voy a pelear,
con el tiempo me di cuenta
que lo nuestro es especial.

Tu mirada me domina
tu voz me hace mal
de tanto soñar tus besos
me dan ganas de gritar.

Una mano en el bolsillo
apoyado en el umbral
mi mirada en el piso
cuando vos estás acá.

A pesar de tu distancia
me aguanto en silencio
la verdad es que tengo miedo
de nunca verte soñar.





Naufragio

El mar se enojo conmigo
por eso estoy a la deriva
cansado de soñar con luces
se apago en un silencio
yo quiero seguir navegando
hasta perderme en tus aguas
y si me toca naufragar
quiero morir entre olas
para caer hacia el fondo
bien hondo en lo profundo
yo quiero ser enemigo
de tus bestias lejanas
luchar conmigo de dia
y soñar contigo de noche
perder el tiempo soñando
y sentir que muero contigo
y si caigo en es abismo
que la pena sea vana
yo se que si me dejo llevar
por las olas de tu llanto
entre sirenas perdidas
encontraré mi alma
y se que tu calma
podrá llegar hasta mi
ya no queiro mas promesas
vivamos realidades
que el tiempo no me espera
y tu tampoco lo harás.





Esos días sin luz






Mi andar


Días y días,
sin respirar,
lagrimas mías,
en este andar.

Sencillo y azul,
perfecto de rojo,
envuelto en un tul,
y una capa de enojo.

Rápido y ágil,
tambaleándose,
volviéndose frágil,
embriagándose.

Oscuro secreto,
maldito e injusto,
demasiado concreto
y con cara de susto.

Será sincopado,
o de triste tonada,
de ruido callado,
así es mi soñada.

Mi andar cansino,
arpas desafinadas
marcan el destino
olas despiadadas.





Despertaré algún día



En una cama de nubes,
donde duerme mi amor
un ángel hoy ha caído
y llorando me contó.

Consigo trajo un verso
que decía placidamente
el nombre de mi sueño,
aquel que en oro bordé.

En el cielo esperan
por el, por su vuelta
con la cabeza gacha
por un lago de hiel.

Con los pies de fuego
tomaste su bella mano,
despertaré algún día
dijiste, para buscarte.





Todo aquello

Todo lo que me hizo soñar,
lo que me mantuvo en vida,
y me hizo bailar y cantar,
todo eso lo vi enseguida.

Mi voz te siguió mil veces,
memorizando todas tus pausas
olvidándome, me estremeces
explosiones en mi causas.

Dejando mi alma a su suerte,
saltando para así alcanzarte
y poder gritar aun más fuerte
así podré guardarte en mi mente.

Todo aquello por lo que esperé,
todo lo que de ti había imaginado
cada cosa, cada detalle que soñé
ya con tu presencia me has pagado.





Esos días sin luz

Dejar esta mañana,
que amarga nació
entre tus ojos y así
correr hacia el sol.

Nada de lo que dices
podrá evitar el mal
que tienen para ti,
en esos días sin luz.

Fría esta tu piel
otra vez me di cuenta
de lo que me haces tú
cuando se va el calor.

Frágil fue la esperanza
de aquellos que pasados
por aquí, que te vieron
y murieron en oscuridad.





Dime

Dime de donde sacas fuerza
para vivir tan perversa
y sin arrepentimientos
ganarle a los mil vientos.

Explícame sin mentirme
la forma de disuadirme
para quedarme a escuchar
como mis sueños vas a matar.

Como las hojas en mayo
yo hago bien y me callo
así de tus frías palabras
caerán mil razones macabras.

Tratando de no sucumbir
cuesta llegar a no sufrir,
al ver morir a la luna
sabiendo que queda ninguna.





Mala suerte

Lástima que no sabía
que hoy será mi fin,
desesperado trato
de llenar mi vida.

Mi sombra en la pared
llora desconsolada,
sabe que nunca mas
besará a esta tierra.

Mis ojos divagando
buscan ese castigo
otra vez para recordar
que alguna vez vivieron.

Las manos que te amaron
te escriben despedidas
la sonrisa que inventé
para ti, ya se apagara.

Mi corazón ahora late
última vez, mala suerte,
mi alma desangrada grita
pero no hay nadie ahí.





Ella

La mañana que a muchos sorprende,
el día que a mi presencia no extraña,
la tarde en la que vuelas dulcemente,
y la noche que me devora otra vez.

El otoño que entristece a mi mente,
el invierno que lastima mis versos,
el verano que te desnuda siempre,
y la primavera que tanto te envidia.

El fuego que delata el destino,
el agua que salpica tus labios,
la tierra que fortalece mis raíces,
y el viento que hoy me hace volar.

El oro de tus latidos silenciosos
el rubí de tus labios centellantes,
el diamante con que me observas,
y las perlas con las que me hablas.

Ella,
aquella,
esa,
mia.





Quiero verte feliz

Mirándote a los ojos,
quiero ganarle a la luz
pero no todo se puede,
no puedo ganarle al dolor.

La luna que te ilumina
el alma con una canción,
nacida en la profundidad
de mi pequeño corazón.

Otra lagrima perdida
en otro aliento de amor,
mis días no son felices
mis noches son un horror.

Tu sonrisa que me ilumina
el corazón de un suspiro
venido de lo más lejano
de tu gran corazón.

Las noches que me matan
los días no dejan respirar
tu rostro me recuerda
lo que es verte feliz.





Embrujo

Luces negras y algo más,
tres señuelos y a volar,
nada de flores, amor jamás.

Todo lo acordado se murió,
ya sin planes y a pelear
no habrá otra oportunidad.

Ya hace tiempo va cayendo,
algún día tendrá que llegar,
queda solo el cruel final.

Mil noches que ha borrado,
las marcas que quedaron
en el tintero olvidado.

Testigos de la soledad,
embrujo de noches y males,
ya no volveré a escribir.

Acostumbrado de tanto llorar,
queda solo una lagrima más,
déjala salir y todo terminará.

Salgamos de allí para bien,
si sonríes te dejaré volar
así sabrás que te han hecho.

Mirando por la ventana están,
los olvidos, en tus ojos
de papel los voy a enterrar.





Los sueños

Sentado al compás de los ojos
dormido al calor de
mis pensamientos.

Frágil y frenético,
desde aquella mañana turbia
y congelada.
Tristeza de amor.

Pintada con el movimiento
de algún corazón,
loco,
malo,
o perdido.

Plástico y frágil,
desde aquel día maldito
y congelado.
frenético y triste,
otra vez.

Loco mal perdido,
bailando sin pudor
en los rincones,
sin luz,
ni sombra.

Cazadores de tesoros,
animales de cacería,
luz frágil,
amor congelado,
silencio.

Y desperté...





Afuera

Resistir hasta el final
o permitir que me gane.

Dejar que el tiempo muera
o ver que muere con el tiempo.

Perderme entre la luz
o quedarme en lo oscuro.

Salir a buscar sin sentido
o esperar por siempre dormido.

Que la primavera pinte mi alma
o que mi alma sea pintura.

Decir que nunca me van a callar
o callar para que me hablen.

Decir adiós y entonces irme,
o quedarme y perder por siempre.





Horizonte

Gracias
por entenderme
y también
por saber
que soy así.

Varios días
han pasado
desde
la última vez
que te vi
varios meses
atrás.

Desde
aquel día
solo pienso en ti
ya no te veo.
Jamás te vi,
porque
no se.

Desde ahora
y para siempre
vivirás lejos de mí.
Por suerte,
así que
adiós,
me queda casi nada
para decirte.

Perdón
por no entender
y también
por no saber
que soy así.





La noche no llega






Versos nocturnos


Por qué te escribo de noche,
desde cuándo soy tan oscuro
y cómo solo estoy no lo se.

Estos son mis versos nocturnos,
no son malos ni atroces,
son solo voces de mi interior.

Nacerán en un manto de luna,
a falta de cuna, tu alma
los albergaría como hijos.

Por desgracia hijos míos,
nacerán y morirán perdidos,
encerrados en papel y cristal.

Serán lágrimas de su creador,
una mancha menos en el corazón
de un demonio enjaulado en mí.

Explicaciones sin sentido son,
después de ser, por tanto, dolores
sean libres de volar, sin rumbo.





El día que esperas

Mira al cielo y dime que ves,
pregúntale al viento la razón
de porque se ríe con desazón,
así podrás entender esta vez.

A tus pies se rinde el cielo,
rojo y solitario como te gusta,
con los ojos que a todo asusta,
conviertes las nubes en hielo.

Sin inspiración dejaste al mar,
ya ni siquiera olas le quedan,
tal vez con tu cabellos puedan,
aprender otra vez como volar.

Ya vendrá el día que esperas,
nadando entre aguas serenas,
con una par de flechas ajenas,
dirá que ya es hora que mueras.





Lejos

Otras veces estuve aquí,
esto me recuerda a ti,
tapizada con ojos grises
no entiendo que me dices.

No viviré esta locura
el tiempo a nadie cura,
de vez en cuando vienes
a buscar lo que tienes.

Quitarte tu brillo dorado,
lo que muchos han deseado,
entre sombras despiadadas
las esperanzas olvidadas.

Ha llegado tu momento,
adivina lo que siento,
lejos de aquí van a morir,
las penas que voy a decir.





Palpitar

Se escucha el palpitar,
de los demonios que
has matado últimamente.

Destrozados en el día
aquel que llegó rojo
como la sangre de ellos.

Tu almohada es la tumba
donde no descansan en paz,
aquellos locos desgraciados.

Y todo da igual para ti
con nada que te de miedo
te resignas a tu sueño.

Resoplando en penumbras,
se escucha el débil palpitar
de mi corazón endemoniado.





Una historia

Una noche que nacía,
en el paraíso de Dios,
era un ángel que venía,
mientras decía adiós.
El caído, aquí perdido,
llegó sin alguna misión,
sin rumbo ni cometido,
hasta aquella ocasión.

El ángel vio asombrado,
en aquella alma desgraciada
que el mal había tomado
y lanzaba su carcajada.
Con la cara luminosa,
le ofreció su calido aliento,
donde hasta ahora reposa,
aquel refrescante viento.

Entonces dos serafines,
bajando del firmamento,
cantaron así:- querubines,
les ha llegado el momento-.
Sin pena ni gloria, felices,
tan brillantes, en un alma
olvidaron los grises matices
y desde ese momento la calma.





Orgullo

Debes de estar feliz,
ya nada queda en ti
los días ya no son mis
amigos, lo quisiste así.

Frenética por tanto
dirás algo después
de tu último canto,
para que sea el juez.

Respirando entre rosas
llena la vida en exceso
no voy a dejar tus cosas
hoy me niego a hacer eso.

Orgullo de mujer
es aquel que tenías
recuerdo, verte tejer
hermosos mediodías.





Nada va a estar bien

Mi sudor cayendo
verde por el veneno
que en mi cultivaste
y recién ahora veo.

Desde el primer día
entre girasoles rojos,
estaba condenado
a este, tu cruel final.

Con tu mirada dulce
me gritabas tan fuerte
que nada va a estar bien,
pero no pude escucharte.

Cuantas noches fueron
tantas flores en tu alma
las estrellas blancas y azules
eran todo una mentira.





De la verdad

Saber decir lo que siento,
siempre me ha costado
contar lo que me pasa
no es mi especialidad.

Tal vez has sabido
de muchas mentiras mías,
de palabras sin retorno
y de amargas despedidas.

Hablándote en mis versos,
escondiéndome entre letras,
¡mentirosas si las hay!
que cobarde es la persona.

Jamás sabrás mi verdad,
yo tal vez te mienta de ella,
porque hay tantas verdades,
escondidas entre papeles.

Escucha esta es mi versión,
te pido que no me creas,
porque a veces la verdad
es verdaderamente dolorosa.





El mundo ya no importa

Estamos aquí los dos
sentados en el amanecer,
el sol brillando en tu cama,
peina tu cabello de luz.

Mirando a las estrellas
que se están por esconder
detrás de tu espalda recta
escucho un canto celestial.

La brisa del horizonte,
te elude porque bien sabe
que tu calido aliento
lo opacará sin perdón.

La tierra sonríe azul
esta feliz, al igual que yo,
porque te siente cercana
como si fueras una estrella.

Con el fuego de tus ojos,
la brisa de tu interior,
y el mar que es tu boca
el mundo ya no importa.





La noche ya llega

Por perderme en el mar,
al intentar mi pena calmar,
en el tiempo me he perdido;
ya no me queda ni un sentido.

Será la noche que ya llega
la que en mis mares navega,
entre mareas que solo existen
donde mis sueños se desvisten.

Las estrellas que resplandecen,
mientras mi jardines envejecen,
son los mensajeros de aquel
que solo quiere que piense en el.

La luna es un diamante,
que de ahora en adelante,
seguirá iluminando el camino,
desde donde esa voz vino.





Es para ti

Flores en cámara lenta,
canciones en blanco y negro
y dulces sueños melancólicos.

Alcohol para las penas,
en las leñas está el calor
para el amor dentro de ti.

Sabores de viento y sol,
el canto de un ruiseñor
y aromas de otras vidas.

Un arco iris desteñido,
envolviendo mi corazón,
eso y mucho más, es para ti.





En tu cielo

En tu cielo sin luna,
brillan tantas estrellas,
tú eres única entre ellas,
tú brillas como ninguna.

Las nubes dibujan flores,
con el horizonte de fondo
los sueños que llegan hondo
veo que vuelan entre colores.

Entre aves anidando,
llena de luz y belleza,
el placer de tu grandeza
muy alegre va cantando.

Finalmente el sol llega,
ilumina nuestras vidas,
no importa lo que pidas,
mi corazón no se niega.





Deliciosa locura






Deliciosa locura


¿Quién podría regalarme
todas las cosas que quiero?
solamente tu, pero no sabes
lo que deseo, te quiero.

¿Como podría tenerte conmigo
y pasar noches heladas?
si no existo en tu mundo
cruel y distante lo veo.

¿Cuando te llevaría a ver
lo que escribí en el cielo?
si ni siquiera has visto,
lo que te dije en papel.

¿Por qué tendría sentido
seguir viviendo desamparado?
a menos que me quisieras,
pero eso no es cierto.

¿Qué haría yo sin ti?
compañera incondicional,
mi deliciosa locura,
que ahuyenta la soledad.





Solo tú ves

Sutiles hilos de amor,
remiendos de rojo color;
en las telas de mi alma,
curada al calor de tu palma.

Fantasmas reflejados
en los rincones olvidados
de los tipos que dejaron
su esperanza y naufragaron.

Lagrimas rojas en mi cara,
con una apariencia rara
disimulando mis penas
las ahogas en tus venas.

Hay cosas que solo tú ves,
el derecho y el revés,
susurras palabras mudas,
cuando tu alma desnudas.





Un lugar

El viento dorado
ha llegado al altar,
al trono de piedra
en la salida de sol.

Buscando un lugar,
para respirar otra vez,
después de gastarte
al llevar la cadena.

No temas nunca más,
ahora te encuentras,
en el mejor sitio
donde pueda cuidarte.

Planta tus sueños
y múdate aquí, conmigo;
aquí donde casi te vean
las flores de tu jardín.





Lluvia, perdóname

Lloraba desconsolado por ella,
como cuando muere una estrella,
la otra llamaba a mi ventana,
igual que una triste hermana.
Le decía yo por qué me dolía,
y que el alivio jamás llegaría;
Con su voz serena me calmaba,
pero yo, como al diablo negaba.

Cansado de intentar callarla,
en vano quise salir a olvidarla:
pero en cada rincón esta aquella,
cada momento se hace más bella.
Fue entonces cuando entendí
lo que quería buscar dentro de mí,
me dijo alejándose ahora abandóname,
por eso te digo: lluvia perdóname.





Grandeza

Podría dejarme morir
para que seguir así
sin ti, mi amor, dime
que hice yo y me iré
a dormir tranquilo.

Muéstrame tu grandeza,
deja mi alma que vuele
a donde quiera llegar,
y posarse para anidar
en retazos de esperanza.

Endurecido por el tiempo
que ha dejado su huella
palpitando en mi cara
llena de lágrimas negras
después de tanto esperar.





Fuego

Ven ahora te lo ruego,
acaba ya con el fuego,
que quema los diamantes
con los que te vi antes.

Serías gran inspiración,
tú sabes robar mi razón,
llévala lejos, mi musa,
dame tu armonía confusa.

Decidí dejarte vivir,
entre mis grandes amores,
donde te voy a escribir.

Llena mi alma de colores,
déjame otra vez sentir,
los latidos de tus dolores.





Flores

Te regalo estas flores,
puede que halla mejores,
es lo único que tengo
y es por ti, aquí vengo.

Una rosa es para amarte,
y tus heridas curarte;
para alegrarte un jazmín,
que tus días no tengan fin.

La margarita te ilumina,
con tu espera culmina;
y este hermoso clavel,
que lo plantes en tu vergel.

Para ti te daré esta azucena,
ya nada a tu alma envenena;
y que bailen mariposas,
entre tus manos hermosas.

Entre cardos olvidados,
y racimos maltratados,
te obsequio todo mi amor,
en tu jardín crecerá mejor.





Charcos de tinta roja

Te imaginé mil veces,
y lo voy a repetir,
tanto tiempo otra vez
daré mi humilde perdón.

Describirte no puedo
por que no te conozco,
solo te regalo mi sangre,
para que sigas viviendo.

Nadarás desnuda imagino,
entre tinta roja estancada,
saltando de charco en charco
vas a pasar toda tu vida.

Ensangrentado mi lápiz
te dice adiós ciegamente;
para olvidar tu pasado
y así poder imaginarte.





De la gente

Les harás caso a ellos
para hacerte igual también,
no puedo creer que piensas
de la gente innecesaria.

Demasiado temprano para mí,
ya ha pasado tu tiempo,
dime que dices ahora entonces,
de la gente que te hiere.

Pregúntales, te van a mentir,
tal vez lo haga yo, por ti,
para protegerte, de la gente
que te quiere seducir, al mal.

Te voy a hacer caso, confía;
te voy a herir, si quieres,
te tendré que mentir, a veces,
para alejarte de la gente.





Un viejo dolor

Ya tus ojos se alejaron,
sus despedidas dejaron,
tan sutiles y felices,
tan cambiante lo que dices.

Frecuentaban mi presencia,
poco tiempo fue la ausencia,
antes de que esto llegara,
y de que mi alma callara.

Aún siento un viejo dolor,
que me recuerda ese amor,
que mi corazón antes sentía,
aquel que tu corazón me mentía.

Ya casi no te veo a lo lejos,
no vivamos en esos reflejos
que creamos sin quererlos,
y sufrimos para perderlos.





Ya vendrán días peores

Hoy el sol brilla en mi ventana,
como antes de que lo mataras,
me engañan otra vez tus virtudes,
para que piense que me quieres,
y así disimular una vez más,
que ya vendrán días peores.

Tus mañas, de mañana muestras,
de día me encierras dentro de ti
no me sueltas hasta muy tarde,
ya hasta las noches me asustan,
pensar en ti, estando ahí,
tan cerca y tan distante.

Me perdonaran alguna vez espero,
no lo creo posible, aún espero
este frío de su interior quema,
mi cara pierde esperanzas así,
te sonríes engañosa frente a mí,
susurrándome como me vas a atrapar.





Disculpas

Tus latidos se confunden,
con los míos y se funden,
en una sola extraña cosa,
es tan rara como hermosa.

Tu aliento cálido me rodea,
y tu pelo hace que lo vea,
tan sabroso e inexplicable,
no pretendas que te hable.

Tus labios están tan rojos,
como el rubí de tus ojos,
tu piel tiene la fragancia,
de la mismísima elegancia.

Mis brazos que se sacuden,
al ver que los tuyos acuden,
a expiar nuestras culpas,
ahora, para que las disculpas.





Atardeceres






La vida nuestra de cada día


La vida te dijo adiós,
mientras pedías perdón.
Se terminó para los dos,
quien cortó el fino cordón.

La vida te dijo gracias,
respondió tu mirada gris.
Harta de ver mis desgracias,
se perdió en un lugar feliz.

La vida lloró por ti,
desconsolada y patética.
Llora mi sangre por ti,
por esa aura tan hermética.

La vida de ti se cansó,
se murió por esperarte.
Tan triste que perdió,
ya daba miedo mirarte.

La muerte te espera serena,
sin ese millón de ilusiones.
La verdad es la peor condena,
para los infieles corazones.





Al atardecer

Negra tarde se niega morir,
buscando excusas otra vez,
te veo pasar volando ciega.

Será a propósito o esta mal,
por tanto llorar y además
guardar tus lágrimas en ese cajón.

Mirada fijamente perdida en ti,
buscando algún lugar para estallar
dolorosamente y en silencio frío.

Fragancia de flor al atardecer;
mi vida perdida en ti encontré,
vamos a intentarlo ¿o no quieres?





La sangre de tus penas

Cuando la mañana muera congelada,
y despiertes, y tu ropa constelada
te mantenga dormitando, sin dolor;
y el mundo de a poco pierda color.

Cuando de tus ojos caiga melancolía,
y parezca que nunca llagará el día
en que todo esto desaparezca de aquí,
cuando no quieras volver a mí.

Como si alguien te estuviera matando,
tu corazón sangra, sigue esperando,
en tus venas, corren negras penas,
y la sangre que te queda envenenas.

Roja correrás desgraciada eternamente,
creo que querría alguna vez solamente
explicar a gritos este fuerte llanto,
te juro si lo escucho, tuyo es mi canto.





Luz

Blanca me había encontrado.
Brillante pudo calmarme.
Serena me hizo feliz.
Apagada me causó llanto.
Cálida esperó el momento.
Potente protegía mi vida.
Relampagueante creí en ella.
Intensa fue su lucha.
Infinita su despreocupación.
Silenciosa fuente de amor.
Alejada en mis momentos.
Clara en todo sentimiento.
Ausente en esta ocasión.
Necesaria y necesitada.





Superficies

Verdes nichos de amor,
delicados adornos falsos,
Ángeles terrenos,
vidas pasadas por aquí.

Selecciones de sabor,
hermoso vidrio asesino,
tambaleando por dentro,
derrocado por su decisión.

Blanca mañana fulgurante,
efímera alhaja celeste,
ansiada superficie destrozada,
quemada en el lugar exacto.

Tristeza absurda y bella,
el alma que se te escapa
por entre tu cabello negro,
olvidado en quien sabe donde.





Naufragios de sal

Déjame que te cuente,
este dolor tan frecuente;
fragancia de desolación,
brillando sin preocupación.

Como mis sueños naufragaron,
y en donde tiesos quedaron;
te llevo al penoso lugar,
allí, donde solíamos jugar.

Están ahí, grabados en sal,
aún guardan todo ese mal;
el que nunca ocultaste,
pero tampoco extrañaste.

Dime tú que hacer con ellos,
tal vez crear cuentos más bellos,
o quizás dibujar constelaciones,
y regalártelas en mis oraciones.





Horas

Las vidas pasan volando,
nunca supe entenderlo,
jamás me quede pensando,
no llegué a creerlo.

Los años se borran de a uno,
sobre papeles inertes,
ya no recuerdo ninguno,
y eso los hace más fuertes.

Recuerdo los días perdidos,
los que eran silenciosos,
o que escapan decididos,
y los que llegaban morosos.

Ya se apagaron tantas horas,
se las habrá llevado el viento,
ya no quedan mas demoras,
se han llevado mi aliento.





Del frío

Encerrado en hielo,
agonizante, tiritando.
Con el viento en el alma
y la mirada apagada.
Derrochado y gastado,
renegando levemente,
muriéndose sin remedio
por el frío de tu corazón.

Frustrado e impotente,
con sus manos moradas,
no respira muy a gusto,
te quiere y no te encuentra.
Dale tu maldito calor,
es lo único que desea,
muchos lo han querido,
pero solo el lo merece.

Déjale un lugar a tu lado,
perdónate tus errores,
acepta su humildad honesta,
no lo mandes para atrás.

Sácalo del frío,
no lo dejes sufrir,
si lo quieres por favor...
Aléjalo de ti.





Las trampas de siempre

Como has vuelto a caer,
ya no quiero mirarte,
mucho menos perdonarte,
tengo poco que perder.

Te pregunto lamentando,
que te dejó salir anoche,
cuanto hace aquel derroche,
de miradas tiritando.

Se escucha a lo lejos
un llanto desgarrador,
será aquel el pensador,
que murió en tus espejos.

Sabe alguien donde corres,
donde duermes sollozando,
entre plumas y soñando,
distante en tus torres.





Aliento

Divagando en las tormentas,
que de vez en cuando inventas,
entre las olas dolorosas,
cerca de sirenas hermosas.

En el cielo entristecido,
escucho tu canto bendecido,
que ilumina mi negro celaje,
tan oscuro como salvaje.

Criaturas centellantes,
no me priven de mi sueño,
de ese aliento de diamantes.

Sin rumbo, sin ningún dueño,
encerrado entre farsantes,
te espera tu creador risueño.





Igual que tu

Encendido, demasiado
confiado para ser como
aquel que nunca volverá
al lugar donde lloró
primero al ver la luz.

Desenfrenado y falso,
igual que tu, alma sin fin,
desteñida por el tiempo
y el cansancio que te dice
cuando puedes rendirte.

Hazlo ya, muchos lo hicieron
antes que tu y siguen
cabizbajos y dementes
al igual que tu, prisionera
del sufrimiento ajeno.





Míralo por última vez

Dormido el amanecer,
en su manto rosicler,
soñando con días felices,
reprime mañanas grises.

He llegado con el viento,
a callar lo que miento,
yo no voy, como los idiotas,
a soñar más con gaviotas.

Maldita luna color miel,
¿porque lloras tanto hiel?
solo eres una herida,
como otras, tan perdida.

Cenizas son las flores,
donde cantan ruiseñores,
filigrana que la pinta,
con tu dorada tinta.