domingo, 5 de abril de 2009

Esos días sin luz






Mi andar


Días y días,
sin respirar,
lagrimas mías,
en este andar.

Sencillo y azul,
perfecto de rojo,
envuelto en un tul,
y una capa de enojo.

Rápido y ágil,
tambaleándose,
volviéndose frágil,
embriagándose.

Oscuro secreto,
maldito e injusto,
demasiado concreto
y con cara de susto.

Será sincopado,
o de triste tonada,
de ruido callado,
así es mi soñada.

Mi andar cansino,
arpas desafinadas
marcan el destino
olas despiadadas.





Despertaré algún día



En una cama de nubes,
donde duerme mi amor
un ángel hoy ha caído
y llorando me contó.

Consigo trajo un verso
que decía placidamente
el nombre de mi sueño,
aquel que en oro bordé.

En el cielo esperan
por el, por su vuelta
con la cabeza gacha
por un lago de hiel.

Con los pies de fuego
tomaste su bella mano,
despertaré algún día
dijiste, para buscarte.





Todo aquello

Todo lo que me hizo soñar,
lo que me mantuvo en vida,
y me hizo bailar y cantar,
todo eso lo vi enseguida.

Mi voz te siguió mil veces,
memorizando todas tus pausas
olvidándome, me estremeces
explosiones en mi causas.

Dejando mi alma a su suerte,
saltando para así alcanzarte
y poder gritar aun más fuerte
así podré guardarte en mi mente.

Todo aquello por lo que esperé,
todo lo que de ti había imaginado
cada cosa, cada detalle que soñé
ya con tu presencia me has pagado.





Esos días sin luz

Dejar esta mañana,
que amarga nació
entre tus ojos y así
correr hacia el sol.

Nada de lo que dices
podrá evitar el mal
que tienen para ti,
en esos días sin luz.

Fría esta tu piel
otra vez me di cuenta
de lo que me haces tú
cuando se va el calor.

Frágil fue la esperanza
de aquellos que pasados
por aquí, que te vieron
y murieron en oscuridad.





Dime

Dime de donde sacas fuerza
para vivir tan perversa
y sin arrepentimientos
ganarle a los mil vientos.

Explícame sin mentirme
la forma de disuadirme
para quedarme a escuchar
como mis sueños vas a matar.

Como las hojas en mayo
yo hago bien y me callo
así de tus frías palabras
caerán mil razones macabras.

Tratando de no sucumbir
cuesta llegar a no sufrir,
al ver morir a la luna
sabiendo que queda ninguna.





Mala suerte

Lástima que no sabía
que hoy será mi fin,
desesperado trato
de llenar mi vida.

Mi sombra en la pared
llora desconsolada,
sabe que nunca mas
besará a esta tierra.

Mis ojos divagando
buscan ese castigo
otra vez para recordar
que alguna vez vivieron.

Las manos que te amaron
te escriben despedidas
la sonrisa que inventé
para ti, ya se apagara.

Mi corazón ahora late
última vez, mala suerte,
mi alma desangrada grita
pero no hay nadie ahí.





Ella

La mañana que a muchos sorprende,
el día que a mi presencia no extraña,
la tarde en la que vuelas dulcemente,
y la noche que me devora otra vez.

El otoño que entristece a mi mente,
el invierno que lastima mis versos,
el verano que te desnuda siempre,
y la primavera que tanto te envidia.

El fuego que delata el destino,
el agua que salpica tus labios,
la tierra que fortalece mis raíces,
y el viento que hoy me hace volar.

El oro de tus latidos silenciosos
el rubí de tus labios centellantes,
el diamante con que me observas,
y las perlas con las que me hablas.

Ella,
aquella,
esa,
mia.





Quiero verte feliz

Mirándote a los ojos,
quiero ganarle a la luz
pero no todo se puede,
no puedo ganarle al dolor.

La luna que te ilumina
el alma con una canción,
nacida en la profundidad
de mi pequeño corazón.

Otra lagrima perdida
en otro aliento de amor,
mis días no son felices
mis noches son un horror.

Tu sonrisa que me ilumina
el corazón de un suspiro
venido de lo más lejano
de tu gran corazón.

Las noches que me matan
los días no dejan respirar
tu rostro me recuerda
lo que es verte feliz.





Embrujo

Luces negras y algo más,
tres señuelos y a volar,
nada de flores, amor jamás.

Todo lo acordado se murió,
ya sin planes y a pelear
no habrá otra oportunidad.

Ya hace tiempo va cayendo,
algún día tendrá que llegar,
queda solo el cruel final.

Mil noches que ha borrado,
las marcas que quedaron
en el tintero olvidado.

Testigos de la soledad,
embrujo de noches y males,
ya no volveré a escribir.

Acostumbrado de tanto llorar,
queda solo una lagrima más,
déjala salir y todo terminará.

Salgamos de allí para bien,
si sonríes te dejaré volar
así sabrás que te han hecho.

Mirando por la ventana están,
los olvidos, en tus ojos
de papel los voy a enterrar.





Los sueños

Sentado al compás de los ojos
dormido al calor de
mis pensamientos.

Frágil y frenético,
desde aquella mañana turbia
y congelada.
Tristeza de amor.

Pintada con el movimiento
de algún corazón,
loco,
malo,
o perdido.

Plástico y frágil,
desde aquel día maldito
y congelado.
frenético y triste,
otra vez.

Loco mal perdido,
bailando sin pudor
en los rincones,
sin luz,
ni sombra.

Cazadores de tesoros,
animales de cacería,
luz frágil,
amor congelado,
silencio.

Y desperté...





Afuera

Resistir hasta el final
o permitir que me gane.

Dejar que el tiempo muera
o ver que muere con el tiempo.

Perderme entre la luz
o quedarme en lo oscuro.

Salir a buscar sin sentido
o esperar por siempre dormido.

Que la primavera pinte mi alma
o que mi alma sea pintura.

Decir que nunca me van a callar
o callar para que me hablen.

Decir adiós y entonces irme,
o quedarme y perder por siempre.





Horizonte

Gracias
por entenderme
y también
por saber
que soy así.

Varios días
han pasado
desde
la última vez
que te vi
varios meses
atrás.

Desde
aquel día
solo pienso en ti
ya no te veo.
Jamás te vi,
porque
no se.

Desde ahora
y para siempre
vivirás lejos de mí.
Por suerte,
así que
adiós,
me queda casi nada
para decirte.

Perdón
por no entender
y también
por no saber
que soy así.





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